Los Power Mondays de enfoque e ilusión
Un café con amigas en un sitio bonito, una mega venta a primera hora, un email empoderador que haga que saltes de la cama y te comas el mundo, una salida al cine al acabar la jornada…
¿Qué es lo que haría que un lunes fuera un gran lunes?
Ayer fue el primer lunes del año. Y para muchos el peor del año.
Es decir, el domingo pasado a las 15h a millones de personas les dio ansiedad, mal humor, angustia vital y pereza absoluta solo por pensar que ayer lunes volvían al trabajo después de las vacaciones de Navidad.
¿Te pasa?
A mi me pasaba hace años. No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Gente que conozco a la que le sigue pasando me dicen ‘‘me compensa cobrar a final de mes’’, ‘‘si no fuera por la seguridad de la nómina… ‘‘, ‘‘si no fuera porque no sé a qué dedicarme…’’; y la peor de todas ‘‘ya estoy mayor para hacer otras cosas’’. Auch. Son sentencias de muerte ¿no?
El otro día lo pensaba en la ducha (en la ducha me inspiro LOL) porque me acordé de aquella sensación que tenía hace años.
Mi antiguo trabajo está a dos esquinas de mi casa. Trajaba súper cerca, tardaba menos de 5 minutos en llegar a la oficina, podía comer en casa y hacer siesta incluso porque me sobraba tiempo en las 2 horas que tenía de pausa para comer (sí, sí, 2 horas para comer que yo obviamente aprovechaba para crear el blog, leer, estudiar un master en marketing digital… mis compañeros hacían cafés en el bar de abajo o se pateaban el sueldo en las tiendas del centro). En aquella época los domingos casi tenía que coger una bolsa para ayudarme a respirar de la ansiedad y pereza que me daba el domingo por la tarde. Mi vecina Elena me veía siempre en el ascensor y me decía que no hacía buena cara. No me gustaba mi trabajo, mi proyección era nula, mi sueldo no me compensaba, me aburría soberanamente y me sentía enjaulada y cero creativa.
Y me fui. Obvio. Eran esos 1200€ o mi felicidad. Ciao. Adéu. Bye.
Me parece tremendo que no conozco a casi nadie que esté esperando con ansia los lunes. Cada vez conozco más gracias al negocio en el que estoy porque tanto da que sea domingo como jueves. Diseñamos la vida que queremos. A nuestras horas y nuestro ritmo. Puede facturar o dar una formación a alguien nuevo en el equipo un domingo por la tarde y cogerte el martes fiesta para mis manicuras, gym o leer desde el sofá. Esto es libertad.
El dolor de barriga es, para mi, el principal indicador de que algo va por el mal camino. Si el día antes de hacer cualquier cosa tienes dolor de barriga, de estómago, de cabeza o de alma… Busca alternativas.
¡Ja! como si fuera tan fácil - acabas de pensar.
Lo séeeee… No es fácil. La buena noticia es que hay fórmulas para que vivamos bien, expansivas, divertidas, ganando mucho, trabajando con amigas, haciendo pilates por la mañana y tomando brunch los lunes con tu equipo.
La mala noticia es que hay que empezar por algún lugar y ese lugar es el de renunciar a las dos horas de siesta por empezar algo nuevo. Y la gente no quiere pagar el precio. Así de simple.
Este 2024 he retomado los power mondays. Cuando me hice freelance después de mi última experiencia corporativa implementé los mondays de cine con mi amiga Miriam. El domingo estábamos mega felices esperando el lunes con ilusión. Era el planazo de la semana.
Ahora, los desayunos de lunes de Wellness Global Club van a ser una mega tradición. Para todas aquellas personas que estén en casa con sus hijos y se planteen emprender, emprendedoras que están solas en casa y quieran trabajar en comunidad, para las socias del equipo que queramos empezar la semana juntas, con el pie derecho y trazar un plan de acción juntas para no estar solas… Tantas tantas cosas.
Ayer fue el primer lunes y estoy esperando ya con muchísimas ganas el del lunes que viene. El buen rollo, los golden milks con leche de almendra, los objetivos ambiciosos y la ilusión se contagian. Se me hizo corto. Y eso es buena señal.
Si tienes dolor de barriga los domignos, buscas opciones y quieres tomar cafés los lunes rellena el formulario y te escribo.
Que tengas una gran semana.
Xènia