No te voy a engañar, para mi las Navidades y el final de año más que una época de fiestas y vacaciones es una época en la que me da melancolía. Me pasa tan rápido el año… Mi hijas cada final de año cumplen años, pronto se nos acabará la magia y las vacaciones cada vez me parecen más cortas.
Y luego está la revisión de resultados. Si eres nueva por aquí te cuento que soy una perfeccionista empedernida. Tanto que incluso voy perfeccionando el ser perfeccionista. Y eso dispara la ansiedad jajaja.
Una nunca tienen suficiente por eso me defino como una mamá inconformista. Lo quiero todo. Cuando consigo algo siempre intento dar un pasito más. Si no avanzo, me aburro.
En fin, empieza la cuenta atrás. No quiero preguntarte cómo te ha ido este año sino que he llegado a la conclusión de que lo que realmente quiero preguntarte es:
¿Cómo te has sentido este año?
Eso es de lo que te acordarás toda la vida. De si ha sido un año bueno, malo, regulero, muy estresante, divertido, expansivo, creativo, en el que te has sentido súper realizada, diosa, …
Haz el ejercicio y escríbelo en tus páginas matinales si las haces.
Y dirás…. ¡¡Pero si todavía queda un mes para terminar el año!!
Bueno, para mi diciembre acaba el día 20 con el cole. Luego todo se complica, son momentos en familia con los peques en casa y la concentración por los suelos. Si logras revertir tu 2023 entre el 20 y el 31 de diciembre vas a ser mi heroina. Yo en esos 10 días colapso totalmente así que me fijo la fecha el día 20/12 como cierre. A partir de ahí, hohohoh, risas y magia con las niñas.
Para mi el 2023 está siendo un año memorable. He cumplido 40 en agosto, he logrado un gran hito en mi negocio de Nu Skin y mi equipo ha crecido de forma exponencial (todavía no confirmo porque como buena perfeccionista voy a esperar el email de la compañía certificándomelo) con grandes personas.
Sin embargo (ayyyy ya empezamos… te pensabas que eras a la única que le pasan cosas malas?)
Sin embargo, cuento los días para que termine en 2023.
Me deja un regusto amargo de atasco.
Ha sido un año de gran crecimiento personal, de apertura de ojos (quizás demasiado y no estaba preparada), he tenido una coach con quien me di cuenta de mi esencia, de como soy y de qué entorno anhelo para crecer y expandirme; me he hecho varios líos con qué quiero dejar atrás, he tenido varias bofetadas con gente cercana y todo eso desequilibra la balanza de lo positivo.
En mi 2023 me he sentido confrontada.
Me explico: cada paso que he dado me ha implicado una lucha heavy. A veces interna conmigo misma, otras externa con / contra los otros, el sistema, …
Lo bueno es que tengo clarísimo lo que quiero para el próximo 2024. Estoy haciendo la carta a SSMM los Reyes Magos de Oriente y para el año que viene le pido a Baltasar que las cosas fluyan, fluidez, agilidad, rapidez, sencillez.
¿Y tú qué pides?, ¿te atreves a definir tu 2023 en una palabra?